El hueso hiperelástico es el material clave para reconstruir huesos en caso de cirugía. En cinco años empezarán las pruebas en humanos.
La impresión 3D es una nueva tecnología que tiene muchas aplicaciones, sobre todo para aquellos sectores dedicados al diseño. 3Doodler Pro es el mejor ejemplo, ya que fabrica en tiempo real lo que estés dibujando. Los materiales que utiliza son plástico, metal, madera, Nylon, y policarbonato. Aunque algunos son materiales sencillos de manejar no son aptos para su uso médico más allá de prótesis.
Sin embargo, ya se está trabajando en impresoras 3D con un material llamado hueso hiperelástico con el que han podido imprimir huesos. Todavía está en una fase de desarrollo y esperan probarlo pronto en humanos.
Hecho de un tipo de calcio
Como todos sabemos el calcio es uno de los componentes de la materia ósea. Pero a la hora de imprimir huesos en 3D se ha utilizado la hidoxiapatita, un material con el que se fabrican las cirugías de reconstrucción. Los investigadores a cargo de este proyecto le añadieron un polímero para darle mayor flexibilidad y fuese más fácil moldearlo.
Entre sus características destaca su capacidad para amoldarse al espacio. Se puede cortar, aplastar y doblar sin esfuerzo, pero lo que más llama la atención es que no necesita pegamento ni puntos de sutura para unirse a la parte dañada o que va a remplazar. Por su fuera poco, favorece al crecimiento de vasos sanguíneos gracias a que es un material absorbente y poroso.
Pruebas con humanos en 5 años
El material con el que se imprimen huesos en 3D ya se ha probado con resultados muy positivos. Durante la primera etapa de los experimentos se utilizaron células madre humanas para evaluar si podían crecer en una peque superficie de hueso hiperelástico. No solo fueron capaces de desarrollarse sin problemas, se adaptaron al material y cubrieron los huecos sin problemas sin mostrar rechazo alguno.
Las pruebas con animales también han sido muy fructíferas. De momento, se han podido unir dos vértebras de la espina dorsal de una rata y un hueso dañado en el cráneo de un primate. Al igual que ocurrió en el caso de las células madre anterior, el compuesto se unió perfectamente, favoreciendo, incluso, al crecimiento de algo de tejido óseo nuevo. Para los humanos, esta tecnología llegará en unos cinco años si los exámenes venideros siguen el paso de los anteriores.
Fuentes: https://as.com/meristation/2016/09/28/betech/1475096706_786456.html