Diseño para impresión 3D: principios clave para obtener mejores resultados
Diseño para impresión 3D no significa únicamente crear formas atractivas en un software CAD. Para que una pieza sea realmente funcional y fácil de imprimir, es necesario aplicar ciertos principios técnicos. De esta forma, se evitan errores, se mejora el acabado final y se reduce el desperdicio de material y tiempo.
Uno de los factores más importantes es la orientación del modelo. Al diseñar, conviene pensar en cómo se imprimirá la pieza capa por capa. Una orientación adecuada no solo puede reducir la cantidad de soportes necesarios, sino que también mejora la adherencia a la base y aumenta la resistencia estructural.
Asimismo, los voladizos u overhangs deben tratarse con especial cuidado. Si superan los 45 grados sin soporte, es muy probable que se deformen durante la impresión. Por eso, es preferible rediseñar estas zonas utilizando arcos, ángulos suaves o estructuras de refuerzo.
También es fundamental respetar los espesores mínimos de pared. Si una pared es demasiado delgada, puede romperse fácilmente o ni siquiera imprimirse correctamente. Como regla general, se recomienda un grosor mínimo de 0,8 mm en tecnologías FDM, aunque esto puede variar según el material y la impresora.
Por otro lado, cuando se diseñan piezas móviles o ensamblables, es crucial dejar holguras adecuadas. Si las partes están demasiado juntas, podrían fusionarse durante la impresión. Un espacio mínimo de 0,3 mm suele ser suficiente en la mayoría de los casos.
Además, es recomendable evitar grandes superficies planas sin refuerzo. Esto ayuda a reducir el warping y mejora la adherencia. Incluir nervaduras, redondear esquinas o añadir chaflanes son estrategias efectivas para prevenir deformaciones.
Otro aspecto a tener en cuenta es minimizar el uso de soportes. Cuantos menos soportes se necesiten, más limpio será el resultado final. Esto se logra, en gran parte, pensando la geometría desde el inicio para que sea autosoportada.
Finalmente, al optimizar el diseño también es posible reducir el tiempo de impresión y facilitar el postprocesado. En conjunto, aplicar estos principios garantiza una experiencia más eficiente, profesional y con mejores resultados.
En resumen, un buen diseño para impresión 3D considera orientación, voladizos, espesores, holguras, estabilidad y eficiencia. Estos detalles marcan la diferencia entre un diseño experimental y uno realmente funcional.
Fuente: Protolabs Network